sábado, 16 de febrero de 2008

TCM

Allida Valli camina en el centro del encuadre por el medio de una calle bordeada de árboles cuyas hojas agita el viento, y, durante medio minuto, mientras algunos dientes de león caen, bailando, distraídos, Joseph Cotten la espera, fumando apoyado en una carreta, al margen izquierdo de la calle, rompiendo limpiamente la simetría de la escena...
En fin, títulos de crédito, y, tras una pausa publicitaria (larga, por cierto), de nuevo créditos, esta vez de comienzo: Charlton Heston, Orson Welles, Marlene Dietrich, en una película de Orson Welles...
Se ve una bomba. Unas manos que la programan. Es un chico. A lo lejos, caminan dos figuras. El joven corre a poner la bomba en el maletero de un coche, e, instantes después, las dos figuas se suben en él, y se ponen en marcha. Después, durante dos minutos largos, la cámara sigue al coche a través de pasos de peatones y señales de STOP por las calles de un animado pueblo fronterizo, siguiendo en ocasiones también a una feliz pareja que , una y otra vez, de una manera macabra, se acercan y alejan de la bomba.
Dos planos: el largo plano fijo final de "El tercer hombre", y el plano secuencia inicial de "Sed de mal", en apenas diez minutos. Me encanta el canal TCM, la verdad. Y me encanta el cine. Y Orson Welles, coño.

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